El carbón activo es un válido aliado para contrarrestar la aparición de mal olor en múltiples situaciones: desde el área alimentaria (ej. frigorífico) al almacenamiento de varios productos (calzado, armarios) se puede gestionar fácilmente en las cómodas bolsitas de pesos diferentes.

Por estas características, se utiliza ampliamente en la realización de filtros y encuentra aplicación tanto en el ámbito doméstico como en el industrial. Se lo proponemos en sobres de 120 gramos, que pueden comprarse en formatos pequeños o grandes para cada necesidad.